Burundi News

Per . Actualitzat el

Tengo costumbre de echar un vistazo de forma diaria a las noticias que me ofrecen los diferentes medios de comunicación. Me interesa especialmente en este sentido la prensa reaccio- naria, carpetovetónica y caver- naria, por eso de que al enemigo hay que conocerlo, supongo. Si algo hemos aprendido estos últimos tiempos es que el Estado es una cosa y el gobierno de turno es otra. El tipo de prensa de la que hablo acostumbra a dibujar escenarios apocalípticos, sobre todo cuando soplan vientos contrarios a los intereses de algunos. Acostumbra también a ser herramienta no tan solo para construir relatos a la carta sinó para pisotear o hundir a cualquier persona, entidad o gobierno de turno que se atreva a poner en duda el imperio de la ley, el estado de derecho, la Constitucion, bla, bla, bla. Bueno, todo eso de lo que hablan y que ellos mismos pisotean es la Burundi News. Todos hemos visto en estos últimos tiempos como la judicatura española ha colocado ella sola a España a la altura de una república bananera; la prensa más reaccionaria y sectaria y determinada clase política han estado sin duda a la altura, «fachas on fire», lo titularía yo. Todo al servicio de la parte más oscura, tétrica y siniestra de un estado, en gran parte heredero del absolutismo, y que forma parte de ese franquismo sociológico que está aún presente en la sociedad española. Así esta- mos, vaya. En este sentido creo que cobra especial relevancia e importancia el gobierno de coalición propuesto, por qué no decirlo así, de Pedro Sánchez, esa especie de político cuántico que a mi en el fondo me inspira profunda curiosidad y admiración porque me recuerda aquel pasaje de la Biblia, Mateo 21.42: «aquella piedra que desecharon los constructores, esa en piedra angular se ha convertido…» En este sentido creo puede ser la última oportunidad de modernizar y democratizar un país que necesita más que nunca entender el valor y auténtico significado de las palabras política, pluralidad, diversidad, democracia. Porque solo estas palabra bien entendidas y bien aplicadas nos alejarán de la oscuridad que representa le represión más idiota y obtusa a los que no piensan como tú, a la idea jacobina de un estado que es absolutamente inaplicable porque no acepta la diversidad ni la pluralidad. El problema de España no son los separatistas sinó los separadores y de estos hay muchos… sinó que se lo digan a la Burundi News.