El paciente en el centro de todo

Los internistas, los médicos que cuidan de la salud del paciente como un conjunto, reclaman tener más peso en los grandes hospitales

Per . Actualitzat el

El papel del internista es uno de los grandes desconocidos para los usuarios del sistema sanitario. El avance tecnológico que ha experimentado la medicina en el último siglo ha propiciado un alto grado de especialización de ramas que eran propias de la medicina interna, como pueden ser la cardiología, la neumología, la nefrología o el resto de especialidades no quirúrgicas. Así, pues, la Medicina Interna es el origen de las especialidades médicas que han acabado imperando en los grandes hospitales y en las listas de las mutuas sanitarias, gracias a las cuales los pacientes «s’autodiagnostican» y buscar el especialista que consideran más adecuado para tratar su enfermedad. Pero, del mismo modo que un médico de familia sabrá diagnosticar o derivar mejor una enfermedad que el mismo paciente, el internista es el médico que mejor conoce las diversas patologías que puede sufrir una persona. «Es quien ve de manera transversal a su paciente en todo el proceso asistencial», explica la doctora Laura Noblia, jefe de servicio de Medicina Interna del Hospital del Vendrell. «Un individuo no es sólo un pulmón, un corazón o dos riñones, es un ser humano que tienes que saber tratar desde todos los aspectos que puede tener afectados, y es aquí donde el internista adquiere un papel fundamental porque es la especialidad más adecuada para ver el individuo de manera integrada».

A la izquierda, la doctora Laura Noblia, jefa de servicio del Hospital del Vendrell, visitando en planta.Y lo es porque un internista debe saber de todo. Para hacernos una idea, dentro del mundo de la ficción, el Dr. House sería un buen ejemplo de internista, aunque sus métodos, evidentemente, se alejan de la realidad hospitalaria. «Lo que más nos gusta es diagnosticar. Nos gusta mucho la medicina y es interesante recibir un paciente que viene con una serie de síntomas para establecer un diagnóstico. Quizás el papel más importante del internista es hacer un diagnóstico. El internista tiene una visión global de la medicina, no se acota a un solo órgano, por tanto, es capaz de aglutinar muchos síntomas de diferentes órganos y montar el rompecabezas para poder diagnosticar», dice la doctora Montserrat Duran, jefe de servicio de Medicina Interna del Hospital de Santa Tecla.

Sin embargo, los internistas no sólo diagnostican. En el Hospital de Santa Tecla de Tarragona, por ejemplo, están a cargo de la planta hospitalaria y apoyan a los especialistas y los médicos de urgencias, entre otras funciones. «El servicio de medicina interna es el eje del hospital, toda la patología médica la ingresa el internista y, por tanto, el internista hace funciones de cardiólogo, de neurólogo, de digestólogo … puede abarcar toda la patología médica», explica Duran.

Sin embargo, la manera de hacer del hospital de Santa Tecla no es el habitual y muchos hospitales de tamaño similar o más grandes apuestan por dar más protagonismo a los otros especialistas en detrimento de los internistas. «En un hospital más grande, la medicina interna queda acotada porque todas las especialidades médicas son potentes, cada una tiene su espacio, y eso hace que la medicina interna se quede con poca patología y muy específica (enfermedades autoinmunes, infecciosas …)», explica la doctora Duran.

En cambio, en hospitales más pequeños, de ámbito comarcal, como por ejemplo el del Vendrell, «el papel del internista es fundamental. Es el hilo conductor de la asistencia del paciente, es aquel que permite integrar todas las patologías que puede tener y es el que mejor puede dar respuesta al paciente », dice jefe de servicio de Medicina Interna del centro del Baix Penedès, la doctora Noblia.

dra-duranHacia el nuevo modelo

Es justamente en el Hospital del Vendrell donde, desde principios de año, se está llevando a cabo un programa piloto en el que el área de Medicina Interna hace el seguimiento de pacientes de edad avanzada que hayan sufrido una fractura de cadera conjuntamente con traumatología. «El traumatólogo le operará y le resolverá la patología del traumatismo de cadera, pero como son pacientes mayores con otras patologías médicas a vigilar, el internista tiene un papel primordial a la hora de estabilizar y evitar que se descompensen», comenta la doctora Duran.

El éxito de este programa piloto incrementaría aún más los argumentos que abogan por volver responsabilidades a los médicos internistas y ampliarlo en el ámbito de la planta quirúrgica. La doctora Noblia se muestra muy esperanzada con los resultados obtenidos hasta ahora y recuerda que, en el ámbito general, «la experiencia ha demostrado que en aquellos lugares donde el internista es quien lleva la asistencia del paciente hospitalizado en estrecha colaboración con las otras especialidades, los pacientes tienen una mejor resolución: disminuimos tiempo de estancia hospitalaria, evitamos complicaciones … en definitiva, conseguimos el objetivo de poner al paciente en el centro de nuestra atención».

Aunque son muchas las voces del mundo médico que reclaman un mayor peso específico de los internistas, la realidad es muy diferente. Por este motivo, los cambios más sustanciales parece que se producirán en el ámbito de la docencia. «El sistema MIR, es decir, la especialización del médico una vez acabada la carrera, se está enfocando para que todas las especialidades tengan una buena formación en medicina interna, ya que se ha visto que si nos especializamos desde el principio, perdemos la visión global del paciente que tiene el internista. Lo que se pretende es que todos tengan una buena base de medicina interna antes de especializarse», explica la doctora Duran.

Mientras tanto, los especialistas de medicina interna seguirán trabajando para recuperar el espacio perdido y para ganar otros. Tienen ejemplos de éxito de todo el mundo como el modelo americano, que los sitúa como eje del sistema hospitalario. «Los internistas tienen un papel fundamental en los hospitales, debemos hacer de médicos hospitalistas, no sólo nos tenemos que mover en el ámbito de una planta sino que debemos pasar a los servicios quirúrgicos para aportar nuestro conocimiento y nos tenemos que mover con otras especialidades médicas porque, en el fondo, el beneficio debe ser para el paciente», reivindica Duran.

Un paciente que, ciertamente, en la mayoría de los casos, no se da cuenta de muchos de estos aspectos de funcionamiento interno de los hospitales. Pero, según la doctora Noblia, «cuando un paciente tiene un diagnóstico complejo o es un enfermo difícil de resolver que ya ha pasado por todas las especialidades sin recibir un diagnóstico acertado y llega a manos del internista que lo diagnostica, este enfermo valora el lugar justo que tiene la medicina interna en el sistema».